¿Eres de los que te duermes con el móvil justo al lado de la mesita de noche? O eres de los que ves series en tu iPad o tablet antes de acostarte?
¿Cómo logran esas pantallas brillantes y esos teléfonos vibrantes hacer que tu mente esté demasiado ocupada para dormir?.
O te ha pasado que justo cuando finalmente se apagan las luces, se encienden tus pensamientos?. Hoy hablaremos de lo que sucede en nuestra mente y en nuestro cuerpo, cuando no podemos separarnos de nuestros dispositivos y desarrollaremos un enfoque mucho más saludable y completo para dormir bien, Y aprenderemos cómo cambiar la Relación que tenemos con ellos. Al final de este artículo te guiaré en una relajación para que puedas reajustar y mejorar esa relación.
Te invito a adoptar hábitos más saludables en cuanto a los dispositivos electrónicos y probar una rutina de relajación!.
No se puede negar, que la tecnología, nos ha hecho la vida mucho más fácil, eficiente y divertida, pero… ¿A qué precio?
Cada vez nos enganchamos más a nuestros dispositivos: comprobamos el correo, nos obsesionamos con las redes sociales, ¡y hasta monitorizamos nuestro sueño!,
LA TECNOLOGÍA SE HA VUELTO CADA VEZ MÁS EFICAZ PARA NO DEJARNOS DORMIR, pero sabemos que la vida no ha sido siempre tan complicada, ... te has puesto a pensar ¿Cuándo y durante cuánto tiempo dormíamos antiguamente?, pues déjame contarte que seguíamos unos patrones estacionales, la única presión para levantarnos a trabajar era el sol, y algunas personas expertas en el tema, creen que la revolución industrial fue la responsable de alterar notablemente nuestros patrones del sueño, ya que de repente, nadie podía trabajar día y noche con ayuda de las lámparas artificiales de aceite y gas, hasta que en 1879 Thomas Alba Edison inventó la bombilla, que tuvo un impacto tremendo sobre nuestro ritmo circadiano (que es el ciclo natural de nuestro cuerpo), ya que este nos pide cuando dormir y cuando despertarnos, pero, lo más importante fue que la luz artificial permitió una jornada laboral mucho más larga lo que rápidamente cambió nuestra actitud hacia el sueño; desde entonces nuestros patrones de sueño han pasado por una montaña rusa de cambios.
El auge de la tecnología moderna ha contribuido a que haya más alteraciones en nuestros ciclos naturales de sueño, puesto que antes la principal fuente de luz azul era el sol y ahora lo tenemos por todas partes, en la tele , en los ordenadores y por supuesto en todos los dispositivos portátiles que nos mantienen constantemente en alerta; incluso después de apagar la luz de la mesita de noche permanecemos en la cama con las pantallas a tan solo una nariz de distancia de nuestros ojos ( ¿os suena verdad ?), y esa luz brillante puede perturbar la importante transición de la vigilia al sueño, ya que normalmente los niveles de melatonina (una hormona que segregamos naturalmente con la llegada de la oscuridad ), aumentan una o dos horas antes de acostarnos indicándole a nuestro cuerpo que es hora de ir a dormir, pero cuando estamos frente a ese flujo continuo de luz azul, llena de fotones de nuestros dispositivos, la producción de melatonina se detiene y la luz le dice a nuestro cerebro: “modo despierto activado”. Un estudio descubrió que las personas que utilizan dispositivos electrónicos como iPads antes de irse a dormir tienen patrones de sueño con más interrupciones y por la mañana están menos descansadas que las que leen de un libro físico, y esto se debe a que la luz que emiten nuestros dispositivos nos entra directamente a los ojos, las personas que usan dispositivos también tiene un sueño REM más corto la cual es una fase muy importante del sueño ya que nos ayuda a consolidar los recuerdos, y..... algunos me podréis preguntar..... y las gafas que bloquean La Luz azul? Nos pueden ayudar?, bueno, hay profesionales de la medicina que dicen que el problema no es únicamente la luz azul sino que tenemos que aprender a..
UTILIZAR MEJOR NUESTROS DISPOSITIVOS.
Pasarlos al modo noche, cambiar La Luz de cálido a tenue, podría ayudarnos, ya que limita la exposición a demasiada luz antes de irnos a dormir. Y también puede que entren en juego otros factores cuando nos llevamos los dispositivos a la cama, por ejemplo cuando vemos los nuevos me gusta o alguna foto que hemos publicado en alguna de nuestras redes sociales o algún mensaje de alguien que conocemos, en nuestro cerebro se produce otra sustancia que es la dopamina y esta hace que nos sintamos felices, activando así el sistema de recompensa en nuestro cerebro. Y es por ello que es tan difícil dejar a un lado el dispositivo y si a ti que eres adulto te parece que es difícil imagínate lo difícil que puede llegar a ser para quienes están en plena adolescencia , que en la mayoría de casos no tienen ese auto control para detener el comportamiento obsesivo de comprobar las notificaciones.
¿Y QUÉ PODEMOS HACER PARA RESOLVER ESTE PROBLEMA?
Primero, sería bueno recordar que la tecnología no es necesariamente buena o mala sino que depende del uso que le demos, no se trata únicamente de dormir mejor, también se trata de crear hábitos más saludables con nuestro cuerpo, con nuestros dispositivos, cambiar la forma en el que los usamos es el primer paso.
Quizás ha llegado la hora de desempolvar tu viejo reloj despertador… Y si aún no lo has hecho intenta activar la función no molestar en tu dispositivo, cambia mucho la calidad del de tu sueño si usas un aparato antes de irte a dormir , úsalo de tal manera que le puedas sacar partido para poder conciliar el sueño, por ejemplo intenta escuchar música relajante o escucha una meditación en podcast (como las mías) que te ayude a desconectar e ir directamente a un sueño relajado y profundo. Este ritual nocturno puede ser una de las maneras más eficaces de conseguir dormir, simplemente te invito a que enfoques tu atención, ¡ a tomar conciencia del momento presente! y ahora, si ya tienes ganas de dormir o descansar vamos a relajarnos. Y no te pierdas la próxima semana el nuevo artículo que publicaré en mi blog , ¡donde exploraremos el maravilloso mundo de los sueños!.
¡No te lo pierdas!
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